Hace algunos años yo pase por una cruel separación que me dejo herido por mucho tiempo, aunque únicamente estuve casado por 8 años, pero el dolor que sentí fue extremadamente fuerte. Y creo que cualquiera que haya realmente amado sentiría lo mismo al separarse de aquella persona, no importando que tan difícil haya sido la vida junto a ella o él.
Lastimosamente llega un momento en que no se puede seguir más, cuando las situaciones de la vida nos oprimen y la relación no funciona mas, cuando ya el amor no es lo suficientemente fuerte para querer seguir adelante. Lo ideal es buscar ayuda y tratar de restaurar la relación, pero si ya estás en una situación de la cual no puedes volver, créeme que te comprendo.
Cuando yo intente salvar mi matrimonio ya era demasiado tarde, ya su corazón sentía por otro amor y yo estaba fuera definitivamente, así que no tuve más alternativa que pasar ese inmenso dolor de saber que perdía algo que era tan valioso, y de lo que cual, ya muy tarde me di cuenta.
Bueno, si tu estas pasando ahora mismo por ese momento amargo, te diré que, aunque no será fácil, pero lo superaras, y pronto te darás cuenta que hay vida después del divorcio.
Todo este dolor se debe a la costumbre; así como lo dice la canción: “No cabe duda que es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor”. Esas palabras son tan ciertas y tan profundas, ya que la costumbre es algo tan fuerte, casi adictivo, casi mágico y se nos penetra como si fuese parte de nuestra existencia.
Todo este dolor se debe a la costumbre; así como lo dice la canción: “No cabe duda que es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor”. Esas palabras son tan ciertas y tan profundas, ya que la costumbre es algo tan fuerte, casi adictivo, casi mágico y se nos penetra como si fuese parte de nuestra existencia.
He conocido personas que han, literalmente odiado a sus conyugues, hasta el punto que ya no los soportan mas, pero cuando se llega el momento de la separación, les es tan difícil remediar el dolor. Y esto se debe a que se han pasado tantos años al lado de aquella persona y se ha convivido tantas cosas juntos, y sea como sea, éxito el amor, y esa persona fue tan especial para nosotros, tanto que todo lo que hacíamos giraba alrededor de ellos.
Es por eso que lo que debemos hacer de inmediato es matar esa costumbre, y dejar de estarnos lamentando. Si ya no hay mar remedio, y si ya es demasiado tarde, seamos humildes y aprendamos de nuestros errores para que no nos vuelva a suceder, pero por hoy metemos esa costumbre antes que la costumbre nos mate a nosotros.
Lo que debemos hacer es no frecuentar los lugares que frecuentábamos con nuestros conyugues, no escuchemos las canciones que escuchábamos juntos, cambiemos de perfumen y tiremos todos los recuerdos, o por lo menos metámoslos en el closet, para no ser tan fríos ante lo lindo que se vivió un día.
Otra recomendación es que busquemos nuevas amistades, y busquemos alguna actividad nueva que nos distraiga la mente. Salgamos del encierro y no nos quedemos en casa llorando lo imposible, vivamos que la vida es linda y no vale la pena vivir lamentándose. Pero sobre todo, veamos hacia el futuro, ya que eso nos traerá esperanzas y más razones para vivir.
Hoy, después de diez años de haber pasado esa triste experiencia del divorcio, he comprendido y he aprendido de mis errores pasados. Hoy tengo a un gran amor a mi lado, alguien que me hace tan feliz; a quien le doy toda mi atención y valoro con toda mi alma, ya que eso aprendí de esa gran decepción que viví; aprendí a valorar a la persona que tengo a mi lado, a darle todo de mi. Y hoy se que a su lado moriré. Hoy puedo decir libre y claramente que soy un hombre feliz.
Así que no te des por vencido o por vencida. Pídele a Diosito que te de fuerzas para seguir y el te dará las fuerzas y una nueva esperanza para tu vida y tu futuro. Así que mira más adelante en tu vida, y sé que se te restaurara todo lo que hoy has perdido.
