¿Quién no desea casarse y llegar a tener un matrimonio feliz y lleno de amor?, eso es uno de los sueños más codiciados por el ser humano; pero parece ser que estamos viviendo épocas difíciles para lograr obtener un matrimonio feliz, ya que se ha perdido esa llama de amor que debe de existir entre dos personas, y se ha perdido los valores morales de nuestras sociedades...
Hoy en día estamos siendo bombardeados por la tecnología, a tal grado que está invadiendo nuestros hogares; y aun, se mete en nuestras camas. Estos tiempos modernos han venido a remplazar a aquellos tiempos en que los matrimonios eran para siempre y llenos de mucho amor.
Según las estadísticas, en Europa, más del 50% de los hombres prefieren pasar sus noches pegados en la Internet, que pasar acompañados de sus esposas, y las esposas están siendo invadidas por los teléfonos celulares, y prefieren pasar hablando con sus amigas que pasando un rato ameno con sus esposos. Es alarmante que al ritmo que vamos, se va perdiendo más y más la tradición familiar y entre parejas.
Ya casi no existen los hombres que regalan flores, o que pasan una noche rodeados de la luz de las velas con sus esposas, ni tampoco ya casi existen las esposas que esperan a sus esposos con una cena hecha de puro amor. Porque es más fácil meter lo que sobro del almuerzo al microondas, y escribirle un breve mensaje en el Facebook, que escribirle una carta de amor y dejársela en su almohada.
Hoy debemos de volver a ese gran amor que nos espera con tantas ansias, y la felicidad en el matrimonio debe de retornar. Debemos de cambiar nuestros malos hábitos de solteros que hemos infiltrado al matrimonio. Si queremos un matrimonio feliz, debemos examinar nuestras vidas personales y adaptarnos a una realidad diferente de lo que estamos viviendo. Y esto debe de hacerse antes de que sea demasiado tarde.
Si queremos un matrimonio feliz y lleno de amor, debemos empezar a dialogar con nuestra pareja, apaguemos la computadora por un momento, y dejemos el celular a un lado. Hablemos con nuestro conyugue en un momento ameno, bajo la luz de la luna, o al resplandor de las candelas, con una melodía romántica de fondo, y un buen vino para estimular la noche y prepararla para el amor.
Dejemos este mundo de tecnología por un momento y redescubramos el amor y el romance, y la felicidad de un matrimonio feliz. Avivemos el fuego y la llama de nuestros corazones, y sintamos un nuevo amanecer en sus brazos… hagamos esto antes que la noche caiga y el día ya no de su resplandor… antes que sea demasiado tarde…